lunes, 8 de septiembre de 2008
Trátalo con cariño
Hace sólo unos pocos años, lo normal era que una permaneciera casada toda la vida con el hombre con quien se hubieras casado.El podía ser todo lo insoportable que quisiera, y su esposa lo soportaba, porque un divorcio ni siquiera se tenía en consideración como posible salida.
Si alguna jovencita rebelde empezaba a quejarse demasiado de su marido hosco o vulgar, toda la familia la tranquilizaba diciendo: “No le des importancia... ¡Ya te acostumbrarás!.”.
Ahora sucede todo lo contrario. Si alguna mujer entrada en años empieza a quejarse demasiado de su marido hosco o vulgar, todo el mundo se horroriza diciendo : “ ¿Qué espèras àra divorciarte?”, sin dars cuenta de que una mujer de 40 divorciada no está haciendo nada pr sí misma y sí mucho por otra mujer soltera, que estraá encantada de recivlar a su marido usado y nuevamente libre . Dicen que dado que hay más mujeres que hombres, lo más lógico es que dos o más mujeres se casaen con el mismo hombre, así los pocos casasderos que quedan los compartimos entre varias . Pero por más lógico que suene, yo no tengo la menor gana de ser tan geneorosa con mis hermanas de género, cediéndoles mi marido.
El divorcio es buen negocio solamente para los abogados. Si tu marido no es un ogro de egoísmo atroz y de violencia cotidiana, creo que siempre convienen quedarse con él antes que ponerse a los 40 a buscar otro, en medio de reuniones de solos y solas, donde sólo hay mujeres demasiado maquilladas corriendo detrás de un camarero enano y un poco gay. A los 40 también pasan cosas buenas en un matrimonio: tal vez ya estés cumpliendo 10 o 20 años de casados, y puedes festejarlos con pompa porque no es poco tiempo comparytiendo la vida con un extraño.
A los 40 sabes qué puedes esperar de él y qué no.Sabes en qué partes de la vida tienen cosas para compartir y en cuáles otros nos. Y lo mejor de todos, es que ya tienen reunido un cúmulo de recuerdos de esos que unen a dos personas para siempre, con un cemento privado, ímtimo, sólo de ustedes dos.
A los 40, ya no tienes que fingir con tu pareja. La realación es absolutamente auténtica. Y gracias a la misma autenticidad con que lo mandas al diablo si te impacientas con él, también puedes reír con ganas con él, recordando pequeñas cosas que sólo ustedes dos comparten.
Cuando cumples 40 y sigues casada, vives en un mutuo voto de confianza inexpugnable al que sólo pudiste llegar a través de todos los años que compartiste con él.
Porque si sigues casada a los 40 es porque tu matrimonio es a prueba de balas.
Tratalo con cariño a ese hombre que te tienen tanta paciencia como la que tu le tienes a él . Y ojalá puedan seguir juntos por 40 años más . Y si otra vez tienens ganas de quejarte demasiado porque tu es marido hosco o vulgar, escucha el consejo de una amiga moderna: “No le des importancia... ¡Ya te acostumbrarás!”.
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