lunes, 8 de septiembre de 2008
Pon Feng Shui en tus 40
UN POCO DE FENG SHUI EN TU VIDA
Muchas mujeres, al cumplir 40, sienten ganas de cambiar algo en sus vidas, cualquier cosa, ya sea la casa, el trabajo o el marido, porque se trata de una etapa de replanteos. Es una etapa en la que se cambia de amigos o – al contrario- en la que se retoma el contacto con amistades de la infancia o la adolescencia, en una búsqueda por lo genuino, por encontrarse con una misma, con la esencia de lo que somos. Cambio radical o asentamiento definitivo son las opciones de esta etapa. Buscamos separar la parte genuina de nuestro ser de la fachada que usamos hasta ahora para ocultar lo verdadero.
Las que postergaban un deseo, se ponen las pilas para cumplirlo al fin, porque saben que si siguen esperando mucho más, no van a poder hacer lo que querían. Es la etapa “Feng Shui” de la vida, cuando empezamos a mirar alrededor, a tirar lo que sobra y a rescatar lo esencial.
El Feng Shui es un invento chino. Pero así como los chinos inventaron el papel, la pólvora y los tallarines, también el Feng Shui resulta algo práctico para incorporar en nuestra vida justo en esta etapa en que una se empieza a cansar un poco de todo.
"Si hay armonía en la casa, hay orden en el país. Si hay orden en el país, habrá paz en el Universo”, dice el proverbio chino favorito de esta ciencia milenaria. Justo lo que queríamos : Orden en la sala y paz de esas en las que no vuela una mosca...¡. El Feng Shui ( ¿ Fe en yo?) nos caee como anjillo al dedo!
El Feng Shui afirma que todo está sumergido en un flujo de energía que fluye por el medio ambiente como un río invisible que limpia todo mejor que cualquier desengrasante con amoníaco y aroma artificial a pino silvestre. Y sostiene que esta energía positiva se torna en contra nuestro y se convierte en negativa si no puede correr libremente. Lo peor que nos puede pasar es que su circulación se trabe estancándose o arremolinándose en rincones muertos de zonas vacías e inactivas de nuestra casa.
Los chinos dicen que nuestro hábitat tiene que contenernos, no taparnos.
Los occidentales acumulamos cosas con el tiempo, y nos cuesta desprendernos de ellas. Si seguimos comprando cosas y dejando que entren objetos nuevos y que nunca salga nada de nuestra casa, acabamos hundidos entre objetos y eso traba la energía, la puerta del placard , los cajones ( que no cierran) y te quita cambia el tiempo de aerobics por tiempo de ordenar estantes, mira qué asco.
Por tradición, los chinos dicen que hay que cambiar de lugar veintisiete objetos de la casa a lo largo del año, porque si vamos rotando las cosas, nos resulta más evidente notar qué está sobrando, y eso nos sirve para descartar lo que molesta. Por eso yo a mi marido me la paso diciéndole que se cambie veintisiete veces de lugar, con la esperanza de que note que está sobrando.
Acumular cosas inútiles también se refleja en la vida de uno: lo bueno queda tapado por el caos. Los chinos también suelen tirar a la basura todo aquello que no hayan usado ni una vez durante el último año. Esto es cierto: si en un año entero de vida normal no necesitamos el bate de béisbol, ni la falda tubo amarilla, ni el diccionario Portugués – Español... significa que no vamos a necesitarlos en el futuro.. Todo eso no hace más que ocupar lugar, juntar tierra y trabar el camino del Chi o energía positiva..
Las mujeres conservamos cosas que nos recuerdan sentimientos, cualquier sentimiento: “ Conservo esta servilleta en recuerdo a esa noche que hice ese papelón terrible”... ¿No es increíble? ¿ Tanto necesitamos estimular nuestras emociones? Así es como guardamos basura como envoltorios de chocolate y posavasos manchados. Algo que tiene cien años es una valiosa reliquia, pero algo que tiene 20 años... ¡ es un vejestorio!
Es el momento indicado para limpiar el entorno, limitarse a lo esencial y simplificarse la vida lo más posible.
Hay que reconocer que los chinos no se equivocan: los arrolladitos primavera combinan de maravillas con la salsa agridulce y su medio de transporte – la bicicleta – es uno de los mejores que existen.
Por otra parte, ellos ya son mayoría absoluta en la población actual del planeta: eso de propagarse ya lo hicieron muy bien.
Un poco de Feng Shui nos ayuda hasta a terminar una relación molesta que nos estancaba la energía positiva. Cortar una relación que no nos lleva a ninguna parte con el método chino es tan buena manera de terminar un romance como cualquier otra. Una puede decir:
- Carlos, lo nuestro se acabó.
- ¿Por qué? ¿Qué te hice?
- No es por ti. Es por el Feng Shui.
Y Carlos se quedará preocupadísimo, convencido de que lo abandonamos para correr detrás del tintorero de la esquina.
Por todo esto, tal vez sea bueno que tengas en cuenta diversas prácticas del Feng Shui que pueden cambiarte la vida:
-Tira todo lo que "algún día podría servir", pero no usas. Estás viviendo en tu casa, no en un refugio nuclear.
-Nunca guardes dinero cerca del inodoro: tus ahorros se pueden ir por los caños.
- Coloca tu cama de modo tal que desde ella se vea la puerta del dormitorio. Tu vida sexual peligra si sabes que en cualquier momento entra alguien y te pesca in fraganti.
- El agua es un gran conductor de la energía positiva. Un estanque en la puerta de la casa armoniza la energía de tu vida, siempre que sepas nadar estilo kroll.
-Los placards desordenados insertan el caos en nuestras vidas, haciéndonos llegar tarde a todas partes por no encontrar los zapatos por ningún lado.
-Campanillas, colgantes, cortinas de bambú, caminitos de grava y todo lo que haga un sonido avisando que alguien llega es muy Feng Shui y estimula la circulación de la energía positiva, porque te permite relajarte sabiendo que no te tomarán de sorpresa mientras acabas la última porción de torta de chocolate a escondidas.
- No conviene tener rincones vacíos. La energía se estanca en los lugares de la casa que permanecen vacíos. Pon algo en esos recodos de la escalera o esquinas muertas que no dicen nada. Aunque sea, un pariente parado que sostenga los abrigos de las visitas.
- Las puertas que dan a paredes vacías traban la energía. Esa fea impresión de salir de un cuarto para chocarnos contra una pared es muy poco armónico, y negativiza la energía. Este efecto negativo se contrarrestra colgando un cuadro o espejo en la pared que enfrenta dicha puerta. De este modo, al salir, no nos chocaremos contra una pared vacía, sino contra un lindo cuadro o contra un brillante espejo, lo cual es mucho más divertido.
-Los animales detectan los lugares exactos donde la energía fluye en armonía. Observa a tu perro o gato: el lugar en el que ellos descansan es el más armonizado de la casa. Si, imitando a tu gato, duermes sobre el techo de tu auto, te energizarás de golpe, aunque sea al descubrir cómo los vecinos se burlan de ti.
-Muchos restaurantes chinos siguen reglas del Feng Shui en su decoración. Y esto armoniza su actividad comercial. La prueba está en que no existen muchos restaurantes chinos que sean fracasos económicos. Generalmente funcionan bien hasta en tiempos de crisis, ya sea por el Feng Shui o porque recalentando el mismo pollo durante meses cualquiera puede hacer funcionar un restaurante, aún sin suerte ni clientes asiduos.
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