lunes, 8 de septiembre de 2008

¿ Existe el amor para toda la vida?

Los expertos dicen que el amor pasión dura entre doce y diecisiete meses de bombardeo hormonal de endorfinas, feniletilaminas y serotoninas. Pasado ese lapso, las neuronas están tan hartas de tanto estímulo de hormonas que ya se cansan: es cuando ya no te tiemblan las rodillas pensando en que él te llame. Empieza la rutina y los bostezos. El tipo que antes te parecía un Adonis de increíble belleza, de golpe te parece igualito a un gorila, no soportas sus chistes tontos y sus estornudos aparatosos. Fin del amor romántico. ¿Qué quedó? ¿Es posible seguir sintiendo emoción y que el corazón se acelere con sólo mencionar el nombre de tu amado? Claro que sí : si estás en pareja con un hombre violento, con alteraciones de conducta y ataques de celos infundados, vas a vivir con taquicardia de terror, lo que muchas mujeres confunden con palpitaciones de amor romántico. Con tal de que el corazón les palpite con fuerza, las mujeres se exponen a cualquier cosa. Nada más romántico que la reconciliación con un loco, para decir: “Nos amamos como el primer día”. Si estás en pareja con un hombre auténticamente bueno, no vas a tener el corazón en la Montaña Rusa... y hasta puedes llegar a aburrirte como una ostra. Pero puedes emplear adrenalina en cosas mucho más interesantes y edificantes que en esas interminables discusiones de autodefensa. Si extrañas las palpitaciones románticas, no hay nada que una buena ración de chocolate ( rico en feniletilaminas, la hormona del amor) no pueda suplantar. Por eso los enamorados regalan chocolates y no limones: para que una sienta, bombón por medio, que Bonifacio no tiene la nariz tan larga como nos pareció la primera vez. Y después de tanto chocolate, engordamos al punto de conformarnos con el de nariz larga, sabiendo que ningún otro se fijaría en nosotras. “El amor es una mentira que funciona bien, un producto de nuestra imaginación , de nuestras necesidades , nuestra voluntad y nuestros deseos”, dice Rosa Montero. “Entonces lanzamos esa pasión sobre el primero o la primera que se nos acerca. ¿Cómo se explica, si no, que en un pueblo perdido de 500 habitantes, un chico y una chica de 18 años que viven a una cuadra de distancia descubran que “por casualidad” encontraron en el otro al “amor de su vida”? ¡ Por favor! El amor es un invento que uno se quiere creer. Pero el amor heroico no es ese, sino el de la convivencia. Es una aventura maravillosa intentar construir un amor desde el conocimiento del otro y no desde la invención del otro. La convivencia es deseable porque te permite rozar - aunque no es fácil - el mito social del entendimiento y la fusión con el otro que nos permite calmar la angustia ante ese agujero básico de la soledad.” Alguna podría pensar que este pensamiento es pesimista y anti-romántico, porque indica que el amor no es algo mágico y especial, signado por el Destino, sino un sentimiento inventado hacia el primer hombre que tengamos disponible. Pero si lo piensas bien , demuestra todo lo contrario: que las mujeres tenemos un corazón tan grande y una capacidad de amar tan ilimitada que podemos enamorarnos profundamente casi de cualquier hombre que no sea demasiado desagradable y que esté lo suficientemente accesible. Creo que el problema más frecuente de las mujeres en el amor es dos: de los 20 a los 39 no nos atraen tanto los hombres de carne y hueso como los príncipes perfectos pero imaginarios, y de los 40 en adelante tenemos demasiados hombres superagradables a nuestro alcance para el poco tiempo que podemos dedicarles. Si dudamos demasiado antes de entregarnos a los brazos del amor es porque sabemos que un hombre demanda demasiado tiempo de la vida de una mujer, entonces seguimos pensándolo tanto tiempo... que nos quedamos solas. A los 40 años se hace más fácil conocer un amor que a los 20 o a los 30. No sé si será porque empezamos a tratar cariñosamente a pelados, canosos y arrugados- que en otra época nos hubieran producido un profundo rechazo físico-, porque reconocemos nuestras limitaciones- también estamos canosas como ellos- , o porque nos importa mucho más el alma que los glúteos de un hombre. Con los años vamos encontrando encantos escondidos en hombres que antes hubiéramos evitado como la peste. “Este no es alto pero tiene una mirada tierna.” “Ese otro no es lindo, pero es muy amable”, “Este otro tiene joroba... ¡pero nos llama todos los días!”. Creo que una mujer de 40 ve cosas en los demás que una de 20 no puede ver. Así como antes una tenía que hacer un esfuerzo para tratar de conformarse con uno que no era igual a Alain Delon, ahora tiene que hacer un esfuerzo para no caer en los brazos de cada sujeto que le lleve flores y la escuche pacientemente mirándole los ojos. A cierta edad, el amor romántico es una mezcla de entendimiento, compañerismo, admirarse y cuidarse mutuamente, más que en una pasión arrolladora. Las mujeres de 40 ya sabemos que si la pasión te arrolla, quedas aplastada.

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